En los Estados Unidos, comemos pan de molde en todas las comidas: para hacer tostadas en el desayuno, en sándwich en el almuerzo y solo o con mantequilla en la cena. ¡Los productos que se pueden poner en el pan de molde son ilimitados! Queso tostado, mantequilla de cacahuete, mermelada, jamón e incluso salsa boloñesa o tomate en rodajas con mayonesa permiten hacer unos sándwiches deliciosos.

La evaluación sensorial puede realizarse en diferentes departamentos:

• Calidad: la vida útil del pan debe ser de 12 días (desde la fecha de fabricación).
• Desarrollo de nuevos productos: donde l+D, producción y marketing están integrados.
• Producción: mi terreno. Es importante formular un producto que se pueda realizar de forma estandarizada y a alta velocidad. Esto implica una fórmula que proporcione tolerancia al producto y buena reproducibilidad en el día a día.

El pan hecho en molde cerrado generalmente se corta en rodajas más finas que el hecho en molde abierto, por lo que es ideal para hacer sándwiches con 2 rebanadas.
La miga debe ser regular y apretada. Un buen pan de molde es cuadrado, con bordes rectos, no hundidos. El color del pan debe ser similar en la parte superior, lateral e inferior. Lo ideal es una corteza de color dorado/marrón, sin olor a quemado. A veces, se puede encontrar pan de molde con azafrán, que le da un color amarillo. El pan debería oler ligeramente a levadura, no a quemado.
El sabor, debe ser ligeramente dulce, con un agradable sabor a levadura. También podemos encontrar panes hechos con harina integral, pasas, centeno o incluso de trigo azul o morado.
Con respecto a la textura, la miga debe ser resistente y ligeramente húmeda. Si se va a usar para hacer tostadas, el pan debe tener una textura cohesiva para poder untarlo. También podemos encontrar panes con un poco de canela agregada, que le da un sabor muy original.

Tom WOODS, Vicepresidente senior, producción, compañía de panadería Lewis, EE.UU.