El sabor del pan requiere una terminología específica y es importante adaptar esos términos a la audiencia. 

Entre nosotros, los panaderos profesionales, todos hablamos el mismo idioma y nos entendemos fácilmente gracias a las descripciones que utilizamos: tostado, lácteo, acético, etc.

Los consumidores se expresan en términos más sencillos; «Un pan sabroso», «un pan con buen sabor», etc., pero no pueden explicar por qué. Nuestros esfuerzos de comunicación se centran en el proceso de fabricación de pan: fermentación lenta para desarrollar aromas complejos, adición de masa madre para los aromas naturales.

Los consumidores de hoy buscan el pan «de antes», uno que les recuerde a su infancia, con un sabor «natural». Quieren que el producto tenga buen sabor, pero sin ser demasiado fuerte en acidez. En base a esto, dirigimos nuestro proceso más hacia los panes con aroma lácteo para complacer a un público consumidor más amplio.